|
Los pasodobles son una composición musical española, mundialmente conocida, que, en opinión comúnmente aceptada, representaría la idiosincrasia y el temperamento del pueblo español. Fue uno de los elementos que más contribuyeron a la forja de la identidad nacional de España.
Dejando ahora a un lado las teorías existentes sobre su origen, no hay duda de que el pasodoble, como bien indica su nombre, es una creación netamente militar que cumple la doble función de encauzar y engalanar los desfiles militares. Posteriormente, se enriquecería con la originalidad de grandes compositores, la gracia y la alegría del pueblo español y la manifestación castiza del baile.
En términos musicales, el paso doble, paso-doble o pasodoble (que de las tres formas se le ha llamado) es una pieza musical integrada en la forma marcha, de naturaleza, por tanto, marcial, compuesta en compás binario o de 2 por 4, y con tempo allegro moderato, más movido que la marcha aunque no excesivamente. En los desfiles militares, acompaña a la tropa en el paso dos, doble o redoblado, el cual añade un elemento especial para que los soldados puedan realizar la marcha ordinaria, que consta de una cadencia de 120 pasos por minuto. Consta de 3 partes:
- Introducción o Fase Introductoria, sobre el acorde dominante.
- Primera Parte, en el tono principal.
- Segunda Parte o Trío.
La aportación del pasodoble a la cultura española ha sido de capital importancia. Si en el acompañamiento de los ejércitos mostraría esa nota popular tan propia del Antiguo Régimen, al igual que sucedería en otras naciones de nuestro entorno como Inglaterra, Alemania o Francia, más tarde su presencia en el mundo taurino daría a la fiesta nacional ese carácter mágico y trágico que, sin duda, no hubiese tenido de no existir el elemento melódico; eso, sin olvidar que ha sido una de las columnas sonoras más características de nuestra aportación a la Historia de la Música, desde los infinitos pasodobles que pueblan el universo zarzuelero hasta las brillantes páginas de obras para concierto, como son las creaciones de Eduardo López Juarranz (Torre del Oro y La Giralda) o Antonio Álvarez (Suspiros de España).
En cuanto al baile propiamente dicho, ha aportado una nota propia a esa forma de relación humana, mostrando los caracteres de la pareja española y creando unas figuras muy cercanas simbólicamente al mundo taurino, con esos conjuntos de líneas que se cruzan, la vertical y la horizontal, en un juego matizado de símbolos que los tiempos modernos, con su decidida inclinación hacia el pragmatismo, han llevado casi a su desaparición.
Y, por último, en cuanto al pasodoble-canción, decir que ha supuesto la aparición de todo un universo de sentimientos que, enlazando con su origen en el mundo de la zarzuela, ha dado a varias generaciones de españoles un espejo donde verse reflejados como nunca lo habían hecho antes. Hubo una época de esplendor en la inmediata posguerra donde autores de prestigio, como el famoso trío compuesto por Valverde, León y Quiroga, crearon unos pasodobles inolvidables, llenos de fuerza y sentimiento.
Eso fue el pasodoble: España hecha arte.
|
