|
Amparito Roca es un pasodoble instrumental compuesto en 1925 por el maestro barcelonés Jaume Teixidor i Dalmau (1884-1957).
Teixidor inició los estudios musicales en su ciudad natal. Después ingresó en el Ejército. Compuso sus primeras obras en esta época. Deja la milicia y, en 1924, marcha a Carlet (Valencia) para dirigir la Banda de Música Primitiva, trabajo que compagina con la docencia en su propia casa. Años después fue a Manises (Valencia) y, por último, recaló en Baracaldo, cuya Banda Municipal dirigió hasta su retiro. Aquí moriría. Su hija María Teresa también se dedicaría a la composición.
Autor de abundante obra para bandas de música, destacaríamos los siguientes títulos: los pasodobles Capitán Albarrán, Carrascosa, De Andalucía a Aragón y Fiesta en la caleta y las marchas procesionales La Pilarica, Sueño eterno, Domus Aurea, La Virgen Milagrosa y Luz Divina.
Teixidor i Dalmau estrenó su obra más famosa, el pasodoble Amparito Roca, en septiembre de 1925, en el teatro El Siglo de la localidad valenciana de Carlet, al frente de la Banda de Música Primitiva, de la que, a la sazón, era su titular. El nombre de la composición viene de una alumna de piano de su hija María Teresa, que se llamaba Amparo Roca (1912-1993). Una calle de Carlet lleva su nombre.
El nombre de la obra no tiene más misterio. El músico hizo amistad con unos comerciantes de tejidos de la localidad, los cuales decidieron que Amparo, su hija, recibiera clases de piano de manos de la hija del compositor, María Teresa. Y ahí queda todo.
Recientemente se ha sabido por un periódico levantino que un compositor británico llamado Reginald Ridewood reclama la autoría del pasodoble. Parece ser que la obra está registrada tanto en el catálogo de la editorial Música Moderna de Madrid como en el de la Compañía Bossey & Hawkes de Londres. Pero el asunto no ha pasado de ahí. Teixidor sigue siendo el autor del pasodoble.
Amparito Roca ha llegado a ser uno de los pasodobles más populares de todos los tiempos.
Esta obra es el himno de las fiestas de Santa Tecla, la patrona de Tarragona, que se celebran el día 23 de septiembre. Durante la Baixada de l’Aliga (el recorrido que se hace por la parte alta de la ciudad), que puede durar de 3 a 4 horas, los participantes no dejan de tocar el pasodoble.
También se oye como himno en las fiestas de La Natividad de Nuestra Señora, patrona de Zestoa o Cestona (Guipúzcoa). Empieza el recorrido por la ciudad en el Ayuntamiento, al son del pasodoble, hasta llegar a la plaza del pueblo, que para la ocasión hace las veces de coso taurino, donde se asiste a una novillada. Si la corrida es de lustre, la banda toca el pasodoble; si no, lo corea el público. Más tarde, la banda de música recorre las calles de la ciudad a los compases de la composición.
En los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad australiana de Sydney en el año 2000, Amparito Roca sonó cuando la delegación española entró en el estadio olímpico.
|
